En la Bahía de Cádiz, el paisaje y sus pobladores forman un todo que intenta mantener su hermosa dignidad contra los malos vientos del desempleo, la precarización y el abandono. Con una fascinante fotografía y a partir del relato tranquilo e implicado de profesores, periodistas y jóvenes, así como otras personas vinculadas a este sur del sur, el debutante Manuel Blanco documenta la conexión entre la gente y su entorno natural: la tierra, el mar y los esteros que durante mucho tiempo han alimentado de forma sostenible a los habitantes de la Bahía, todo para crear un mapa visual de la bahía que explica esa tierra pero, sobre todo, la gente que la habita.