No conforme con eso, Bobby inicia su carrera en el cine. Así es como Bobby conoce a Sandra Dee (Kate Bosworth), la joven estrella más aclamada del momento. Bobby se enamora inmediatamente, y junto a ella forma la pareja perfecta de Hollywood. Pero, nunca satisfecho con el éxito, Bobby continúa reinventándose a sí mismo. Su implacable ambición comienza a envenenar su vida privada, y en los años setenta se encuentra aislado, confuso y desorientado hasta tal punto que abandona los escenarios para iniciar una fracasada carrera política.