Simpática, asombrosa e insólita rareza que tiene el descaro, más bien la sutileza, de sacudir los lugares comunes narrativos, con uno de los giros más deliciosos, audaces y disfrutables jamás plasmados en pantalla. La tercera película en los últimos 20 años de Pascale Ferran levanta altos y alucinantes vuelos en su muy esperado nuevo film. La urgencia de romper con la alienación es contada desde los dos extremos de la implacable cadena alimenticia del sistema. Por un lado, un alto ejecutivo de Silicon Valley (Josh Charles, de The Good Wife) en tránsito entre Nueva York y Dubai, y por otro la doncella de un hotel junto al aeropuerto. Lugar donde la liberación de ambos transcurre en paralelo, y donde quizás terminen por encontrarse.