Julio se reúne con Gazmuri, un viejo escritor que necesita a alguien para mecanografiar el manuscrito de su última novela, pero no consigue el trabajo. En vez de contárselo a Blanca, su vecina y amante, decide escribir una novela a mano para que parezca ser la de Gazmuri. Buscando una trama, Julio recuerda el romance que vivió con Emilia cuando los dos estudiaban Literatura en Valdivia.