óvenes españoles que hoy se enfrentan a un mercado laboral hermético y precario, un dragón devorador de sueños y anhelos. Los protagonistas del film, entre los que se encuentra el propio director, convivieron durante meses en el piso que aparece en la película antes del rodaje. Gracias a ello el resultado se siente fresco y desprende verdad. Tras acabar la película, el director decidió retirarse del cine para subirse a un velero y viajar por el mundo.Zurdo, un treintañero perdido en el mundo, descubre que está empezando a desaparecer.Esta película opta al Premio de la Crítica de la ACCEC.