La película más emblemática de Nanni Moretti está atravesada por la figura de Berlusconi, sí, pero también por las tres grandes pasiones del autor: el cine, la política y obviamente la vida. Se cruzan y se superponen, como sucede en la vida real. De hecho, "El Caimán" no es una película sobre Berlusconi a pesar de que tiene un papel ciertamente importante en ella en cuanto a fenómeno italiano. Precisamente Italia, reflejada en el espejo grotesco del imaginario "morettiano", es su verdadera protagonista.
Paolo Bonomo es un productor de películas de serie B que atraviesa un momento particularmente crítico: está en trámites de separación de su mujer Paola, y además su productora no va demasiado bien. Un día le ofrecen un guión para hacer una película sobre Silvio Berlusconi y acepta la propuesta.