Brillante interpretación de uno de los mayores dementes del gremio, Klaus Kinski, incapaz de hacer un mal trabajo aun en una producción menor.A punto de fusilar a dos soldados que han deshonrado el uniforme cometiendo actos delictivos, la escuadra de ejecución sufre un bombardeo alemán, con el resultado de que sólo sobreviven los condenados y el teniente al mando del pelotón. Se verán obligados a convivir en aras de a supervivencia.