El juez William “Billy” Priest (Will Rogers), bonachón, viudo y muy dedicado a su trabajo, vive tranquilamente en una región del sur de Estados Unidos. Su tranquilidad se verá afectada por uno de los casos más difíciles de su carrera y la boda de su tímido sobrino, en la que deberá hacer de casamentero. Una película en la que pueden verse las consecuencias de la guerra civil y sus heridas aún no cicatrizadas.