La experiencia gustativa de comer un pescado en un restaurante lleno de gente abre mundos nuevos a uno de los invitados. Una emoción surrealista como un viaje en tren fantasma para el paladar: el ojo es de color rojo, el olor de los platos es de color rojo. Esta animación dibujada con líneas finas y blancas sobre un fondo negro despliega una inquietante sensualidad hermosa