Un director legendario, Christoph Eschenbach, dirige con maestría a la Sinfónica de Bamberg comenzando por la Sinfonía n.° 35, «Haffner» de Mozart.
El concierto prosigue con el extraordinario organista Christian Schmitt como solista en el Concierto para órgano, cuerdas y timbales de Francis Poulenc —estrenado en 1939 con el compositor Maurice Duruflé al teclado—.
Cierra el programa la espectacular Sinfonía n.° 3, «Órgano» de Saint-Saëns.