Es el siglo XII en Navarra y el Camino a Santiago está en pleno apogeo. El nuevo abad de Roncesvalles destierra a Gartxot, el bardo local, para quedarse con la voz prodigiosa de su hijo Mikelot y convertirlo en monje cantor. Mikelot consigue escapar del convento y canta de nuevo junto a su padre, Sus cantos se convierten en un símbolo contra la opresión. La Iglesia no está dispuesta a aceptar esa afrenta y envía a los temidos monjes guerreros a la caza del bardo. Así comienza la tragedia, así comienza la conquista.