James Coburn y, sobre todo, Walter Pidgeon, realizan unas brillantes interpretaciones en una divertida comedia de intriga-picaresca en los bajos fondos. Mezcla de múltiples elementos en las peripecias de una banda de modestos carteristas y sus inocentes víctimas. Harry es un carterista con muchos años en el oficio. Buscando colaboradores para próximos golpes, conoce a una pareja joven que pretende aprender primero para luego actuar por su cuenta. Como sucede muy a menudo, a Harry le gusta sobre todo la chica, que por cierto apunta muy buenas maneras en el arte del timo.