Estreno en España de un documental sobre quien bien podríamos señalar como "El lobo de Fráncfort". Él es Mehmet Göker, un déspota empresario alemán que se apuntó a la mayor fiesta financiera de la historia solo para que los demás tuvieramos que sufrir la resaca. Un mundo de drogas, éxito y excesos que acabaron explotando en la archiconocida e infame crisis subprime. ¿Incentivos? ¿Has oído hablar de ellos o has podido disfrutarlos? Los altos cargos de una empresa de pólizas de seguro alemana y las señoritas que les acompañaban seguro que sí. Otro evento mediático de prácticas dudosas de las cuales el público poco sabe. Si quieres saber qué tipo de mentalidad motivaba a estos hombres de negocio y cuál era el rol de los incentivos en la empresa, tienes que acercarte más, como el director de "Insurance Man", que sigue a Mehmet Göker, un hombre de negocios con mucha suerte: emigrante, empresario exitoso y un deslumbrante obseso con ínfulas de mesías que dirige su compañía como si fuera una secta. Lo que aquí se muestra es la vida de una secta de vendedores programada para triunfar y devorarse a si misma. Pero la película es más que el retrato de un codicioso que cae por su propio peso. También aprendemos algo sobre el negocio de las pólizas privadas. Siempre que se reforma el sistema sanitario, las compañías de seguro aumentan sus beneficios. Y ya que la vida es un pastel y Mehmet Göker quiere la mayor parte, envía a sus modernas brigadas de aseguradores para conseguir hacerse con millones.