Excelente musical que proponía una nueva versión de "Ninotchka", sustituyendo la mordacidad de Lubitsch por el sentido del espectáculo de Mamoulian. Las inolvidables canciones de Cole Porter y la brillante coreografía de Hermes Pan están a la altura de las circunstancias. El conjunto posee una indudable capacidad de fascinación, de la que se desprende tanto glamour como sutil inteligencia.Un compositor ruso que vive en París recibe el encargo de una productora norteamericana para que ponga música a una de sus películas.