Un avión lleno de soldados procedentes de Afganistán. Entre ellos, Aurore (Ariane Labed) y Marine (Soko), amigas desde la infancia. Van a un hotel de cinco estrellas en Chipre, donde pasarán los reglamentarios tres días de descompresión postraumática antes de volver a casa. Sesiones de realidad virtual que recrean las duras misiones a las que ha sobrevivido a modo de terapia. La playa, los turistas, la piscina y los cócteles. La violencia que se niega a desaparecer de sus mentes. Una mirada feminista imprevisible y rebosante de originalidad sobre las profundas heridas psicológicas causadas por la guerra.