En Madrid, Manuela, una mujer apasionada, espera el regreso de Justo, a quien ama más que a los grandes ideales o la revolución. Removerá cielo y tierra para volver a encontrarse con él. Paloma, una niña pequeña, espera a su padre: solamente le conoce gracias a una fotografía que lo retrata como un hombre joven, guapo y fuerte. Las explosiones de las bombas son la música de su infancia. Crece en la adversidad, que le ha dado fuerza. Sabe defenderse en la vida. A los dieciséis años se enfrenta a un hombre severo y duro al que le cuesta comprender. En Francia, Justo, un hombre sincero, ha seguido su camino perdiéndolo casi todo durante la guerra: ya no espera nada. Sin embargo, volverá a encontrarlo todo y el amor le reconciliará con el mundo.