El hermano pequeño de Matt Berninger (The National) se apunta como roadie a una gira y filma su patético periplo hasta que le despiden. No es un mockumentary, sino una mirada triste y cómica al talento, la (viciada) relación entre hermanos y éxito/fracaso. Lo han llamado self-mockumentary, porque todavía no existía un género donde encajonarlo. ¿La premisa? El hermano pequeño de Matt Berninger (The National), que no tiene precisamente madera de rockstar, no se cuida demasiado y tiene opiniones bastante particulares sobre la música del hermano mayor ("Piensa que el indie rock es una gilipollez pretenciosa", anuncia Matt) se apunta –desoyendo todo consejo- de roadie a una gira de la banda. Su idea es filmar un rock-doc al uso, pero la cosa se tuerce de forma espantosa: critica al hermano mayor, se escaquea, importuna al resto del grupo con preguntas que rozan la demencia ("¿Cómo de famoso eres?" o "Quién toca más rápido, él o tú?"), se queja sin cesar, pierde la guestlist y, ejem, deja cereal y leche en el suelo del WC. ¡Todo eso sin dejar de filmar! Es el suyo un patético periplo que, por supuesto, acaba en despido. Un filme tan embarazoso, adictivo y terrible como espiar a tus vecinos con prismáticos.