Era el nombre menos apropiado: Os Mulheres Negras (Los Mujeres Negras). En realidad son dos hombres “blancos como lagartijas” que no tienen ni un pie en África. Sus memorias hablan de inadaptación, de no encajar, de no dejarse encajonar. Es la historia de una banda inclasificable en el Brasil de los años 80: experimentalistas lúdicos, extraños, performanceros desacomplejados. “No era una banda de humor, pero trabajaba con humor”. No tenían barreras, eran hijos locos de la Tropicália, eran ridículos, carecían de soberbia intelectual. Sonaban a David Byrne y a pop caribeño, a nueva ola infantil, tecno-lambada con bobadas a lo Madness y la falta de manías de El Último de la Fila. Este zumbante filme, enhebrado a base de declaraciones y actuaciones, arroja luz sobre la existencia de la “tercera mejor big band del mundo” (como se autodenominaban) desde sus tiernos inicios en 1984 hasta sus grandes logros (dos únicos álbumes, de hecho). Llevan la voz cantante André Abujamra y Mauricio Pereira, miembros, pero toda la escena cultural y artística brasileira ofrece su voz. Un documental serio sobre un grupo que persiguió el absurdo.