Unas gotas de gasóleo emergiendo del fondo de la bahía de Málaga llamaron la atención de Antonio Checa, abogado y aficionado a la pesca, hasta llevarle a desentrañar el misterio del submarino republicano hundido en diciembre de 1936, pocos meses después de iniciada la guerra civil española.
En el otro lado del Mundo, el historiador Willard Frank bucea en los archivos alemanes hasta dar con la pista secreta que revela el hundimiento del C-3: la primera misión submarina de la Kriegsmarine, a la que el almirante Doenitz había bautizado con el nombre de su hija. La Operación Úrsula fue el ensayo de la marina nazi para probar en aguas españolas los u-boots que poco después iban a hacerse célebres en la Segunda Guerra Mundial. Lo delicado de semejante intervención acabó por hundir la historia del C-3 y sus tripulantes, en un contexto naval y submarino de 1936 que apenas es conocido.