En una esquina de Barcelona, una mujer filipina realiza todos los días un ritual mágico-geométrico cuyo significado permanecerá oculto al espectador. “Su amor por el mundo la aleja del mundo- comenta la voz en off.- Hay conexiones por todas partes, pero están escondidas”. En Paralelo 10, no hay ningún intento de explicar al otro; sí, en cambio, para conceder un lugar a esa otredad, desde donde la protagonista pueda desplegarse en toda su complejidad. Andrés Duque trabaja desde y para la fascinación por un ser marginal: registra su coreografía íntima y sugiere, con delicada levedad, esas posibles conexiones.