Nominado al Oscar a Mejor Documental, cuenta las desventuras de los miles de conejos salvajes que perdieron su hogar cuando el Muro de Berlín cayó. Una alegoría a la situación de Europa del Este contada a través de sus ojos. Andrzej Wajda fue uno de los padrinos de la película, que quedo sorprendido porque "nunca esperó que los conejos fueran tan buenos actores". La historia no contada sobre conejos salvajes que vivieron entre los Muros de Berlín. Durante 28 años, la franja de la muerte fue su hogar más seguro. Lleno de hierba, sin depredadores, guardias que los protegían de la perturbación humana. Estaban cerrados pero felices. Cuando su población creció a miles, los guardias comenzaron a eliminarlos. Pero los conejos sobrevivieron y se quedaron allí. Desafortunadamente, un día la pared se cayó y los conejos tuvieron que abandonar este cómodo sistema. Se mudaron a Berlín Occidental y han estado viviendo allí desde entonces. Todavía están aprendiendo a vivir en el mundo libre, al igual que los ciudadanos de la Europa del este.