Uno de los lugares más desprotegidos del mundo son las plataformas petrolíferas del mar del Norte, ya que por su ubicación geográfica no pueden tener una vigilancia constante. Este hecho es aprovechado por el terrorista Lou Kramer (Anthony Perkins). Kramer secuestra un barco comandado por el capitán Olafsen (Jack Watson), con el objetivo de pedir un rescate de 25 millones de libras. Los políticos deciden pagar e intentar que la noticia no trascienda a la prensa. Por su parte, la aseguradora del barco quiere entrar en la negociación, pero el almirante Francis Brindsen (James Mason) está en contra de la presencia de civiles en estas operaciones. Finalmente, decide recurrir a Rufus Excalivur Folkes (Roger Moore), un aventurero.