Una película a medio camino entre "Le Samurai" de Melville y "Gomorra", a ratos minimalista, a otros impactante, y que fue una sensación inesperada en el Festival de Cannes. Estos dos directores debutantes contradicen a aquellos que dicen que el cine italiano anda escaso de ideas aunando dos elementos tan aparentemente opuestos como el thriller, la poesía, la mafia y el amor, todo pasado por el filtro de un western crepuscular puramente sensorial.
Salvo es un solitario y frío sicario de la mafia siciliana. Acostumbrado a solucionar "problemas" a sangre fría, él escribe sus propias leyes. Justo cuando entra en una casa para ejecutar a un hombre, se encuentra con una chica ciega. Se quiere deshacer de ella, pero ocurre algo imposible: Rita ve por primera vez. Salvo, cautivado, decide cambiar de vida. Pero no es fácil huir cuando todos te persiguen. En un mundo sin corazón, deberá tomar una decisión que podría hacerle débil.