Lee Sang-woo, considerado el Todd Solondz surcoreano y habitual asistente en el cine de Kim Ki-Duk, asalta sin concesiones los oscuros y perversos bajos fondos de la cultura coreana.Su historia nos traslada a la vida de tres hermanos que han tenido dificultades para lograr algún tipo de rutina normal después de que su padre fuera enviado a prisión por asalto sexual a una niña menor de edad. Sus vidas se ven afectadas socialmente y más aún cuando el padre concluye su condena y vuelve a la casa familiar . El padre de la víctima está esperando el regreso de este hombre para clamar venganza y sin duda alguna la situación familiar empeora radicalmente. Hay en la película una constante reinterpretación de los vínculos fraterno filiales, a la vez que una aguzada critica a la actual situación de los pederastas y violadores. Lee Sang Woo no titubea.