Un niño de 12 años que compone canciones punk, adultos que juegan con pistolas, una mujer paranoica, euforia y la destrucción por la destrucción. Así es la ópera prima de Ruben Östlund, director nominado al Oscar por "The Square", la historia de diferentes personajes que se encontrarán en la Gotemburgo de nuestros días en una explosiva película que pone a pruebas los límites de la ficción y el documental, siempre con el distinguido e irrepetible sello de su autor, uno de los directores más estimulates que nos ha dejado Suecia estos últimos años.Un trabajo de gran estilización visual, concebido casi exclusivamente a través de planos fijos en los que diversos personajes protagonizan pequeñas historias autónomas que en ocasiones (aunque no siempre), terminarán por confluir: una mujer muestra evidentes signos de estrés nervioso mientras comprueba compulsivamente si la puerta de su apartamento ha quedado bien cerrada. Un niño corretea por la terraza de un edificio empeñado en interferir en la emisión televisiva de los vecinos. Dos moteros de aspecto peligroso se muestran preocupados por los pequeños desperfectos que encuentran en sus adorados vehículos. Un grupo de jóvenes mata el tiempo libre atentando contra las bicicletas solitarias que se cruzan en su camino…