Considerada por la crítica como la respuesta natural a "Déjame salir", la nueva película del cineasta Sebastián Silva es un mumblecore oscuro e incómodo con altas dosis de actualidad política y social que se convierte en un cuento terrorífico sin ser una película de terror. Una agonía imprevisible sobre el profundo racismo instaurado en la sociedad estadounidense actual que se cuece a fuego lento y que tiene a Michael Cera y Jason Mitchell como invitados de excepción. Tyler (Jason Mitchell) acompaña a un amigo (Christopher Abbot) al cumpleaños de uno de sus colegas (Caleb Landry Jones) a una cabaña remota en medio de la nieve. El malestar se apodera de su cuerpo y de su mente cuando se da cuenta que es el único afroamericano de la fiesta y ve que entre los invitados comienzan a aflorar bromas y comentarios racistas.