Max es un tierno perdedor que sueña con ser aceptado por el círculo de artistas "beat" que pululan por el local en el que trabaja como camarero. En su afán por impresionar, especialmente a la bella Carla, Max decide hacerse pasar por escultor aficionado, consiguiendo un importante reconocimiento. Pero sus obras guardan en su interior un terrible y funesto secreto que tarde o temprano será revelado. Rodada en tan solo cinco días y con un presupuesto irrisorio de 50.000 dólares, "Un cubo de sangre" es una de las películas más conocidas de la extensa filmografía de Roger Corman y supuso su primera colaboración con el guionista Charles B. Griffith a la que seguirían "La pequeña tienda de los horrores" y "El monstruo del mar encantado".