Belfast, 1971. El conflicto norirlandés pasa por uno de sus momentos más cruentos. La ciudad está dividida en dos áreas, donde católicos y protestantes tienen soldados, unidades paramilitares y bandas de agentes encubiertos. Un joven recluta inglés se pierde en territorio enemigo, emprendiendo entonces un periplo a lo largo de la noche en el que las zonas residenciales de Belfast se convierten en un violento campo de batalla.