Parece que a Gabriel Velázquez, uno de los directores de esta película, le gusta la metáfora del frío y el hielo. Primero fueron Iceberg y Ärtico, sobre los paisajes helados de la adolescencia. Y ahora, en Análisis de sangre azul, un proyecto que empezó su colaboradora habitual Blanca Torres y que ha acabado codirigiendo, se trata de los Pirineos aragoneses, esa tierra de imaginería invernal, de picos siempre nevados, convertida aquí en escenario de un inquietante relato fantástico. ¿Película de horror? ¿El habitual fake? ¿Fábula sobre un país al borde de la guerra civil? En cualquier caso, estamos ante un film visualmente arrollador, conceptualmente desbordante, capaz de explicar una historia clásica reflexionando a la vez sobre el modo en que se puede contar hoy día.“Análisis de sangre azul” narra la aventura de un aristócrata inglés que cae despeñado en los Pirineos y despierta en un sanatorio mental a principios del siglo pasado. El doctor en psiquiatría Pedro Martínez registra en su cámara de 16mm las evoluciones de este hombre que ha perdido la orientación y la memoria. Pero además, las ocultas intenciones del doctor le llevarán a aprovechar la llegada de este “raro espécimen” para poner en práctica sus teorías evolutivas.