Después de "Oleg y las raras artes", documental que en 2016 nos presentó a uno de los personajes más carismáticos de la no ficción contemporánea, Andrés Duque vuelve a tierras eslavas con esta película que desvela su otra cara: la del detective histórico, el narrador de relatos ocultos.
Carelia es una región situada entre Rusia y Finlandia, cuya cultura está desapareciendo a marchas forzadas. Por eso, a partir de su conmovedora amistad con una familia de la zona, con la que convive y conversa, Duque se propone desenterrar el pasado: las purgas estalinistas y la represión soviética, pero también los rigores crecientes de la globalización. Probablemente estemos ante una de las obras mas reivindicables de nuestro cine en el presente año.