Basado en un poema narrativo publicado en 1928 por Joseph Moncure March, fue uno de los primeros films en hacer conicidir el tiempo narrativo y el tiempo en pantalla. Dirigida magistralmente por Robert Wise, quién no sólo refleja la lucha de un perdedor para salvar su propia dignidad, si no también la brutalidad del boxeo o las oscuras calles de Los Ángeles. La película acopla de manera perfecta los elementos de los géneros noir y de los de boxeo para conseguir así un resultado ágil, coherente y auténtico. Tal fue el impacto del film en posteriores obras del género, que hasta insipiró a Martin Scorsese (fan declarado de la película) para rodar Toro Salvaje. Bill Stoker (Robert Ryan) es un boxeador de 35 años fracasado que quiere demostrar a todos y también a sí mismo que aún no está perdido. Su mujer, Julie (Audrey Totter), desea que se retire del boxeo y le suplica que se rinda en pleno combate. Su entrenador ha apostado 50 dólares en su contra con el mafioso “Litlle Boy” (Alan Baxter). Bill Stoker, que se siente engañado y además sospecha que el combate ha sido trucado y preparado para su derrota, se rebela luchando como nunca antes había hecho. Obtuvo 2 premios en Cannes (FIPRESCI y fotografía), además, fue nominada a un BAFTA (mejor película).