La joven Kathy (Hayley Mills), que vive en una granja de Lancashire, encuentra un día a un fugitivo acusado de asesinato escondido en su pajar y, por una serie de confusiones, llega a pensar que no es ni más ni menos que Jesucristo. Kathy les explica a su hermano pequeño y a sus amigos que ese hombre es el hijo de Dios y, para evitar que los vecinos lo capturen, deciden cuidarlo.