Una de las muchas adaptaciones que la Hammer hizo del mito de Drácula, esta joyita casi olvidada hoy en día cuenta con la actuación impecable del siempre excelente Peter Cushing, envuelto en una trama gótica y apasionante, pura aventura con alto contenido erótico, en la que la magnética Kathleen Byron se convierte en el azote de los vampiros y de paso descubre la brujería. Una secta religiosa, liderada por Gustav Weil, caza a todas las mujeres que considera sospechosas de brujería, matando a un buen número de víctimas inocente. La joven Katy, nieta de Gustav, se verá envuelta en un culto demoníaco y acabará por ser un instrumento de justicia en la región.