Malcolm McDowell nos regala otra de sus dislocadas interpretaciones encarnando a un enfermo de salud mental que cree haber cometido el regicidio más determinante de la historia de Rusia. Un curioso film que el actor británico realizó en la Unión Soviética.
Timofeyev es un paciente de un hospital psiquiátrico, aquejado de esquizofrenia, que cree haber sido el asesino del zar Nicolás II y su familia en Yekaterimburgo en 1918. Su relación con su médico adquiere una dimensión peligrosa cuando éste decide hacerse pasar por el propio zar para curarlo.