Andrei Konchalovski, mítico colaborador de Andrei Tarkovski, vuelve a ponerse la cámara al hombro para embarcarse en la gestación de una ficción que documenta la vida real de los habitantes de un remoto pueblo ruso separado por un lago al que solo es posible llegar en barco.Los habitantes del lago Kenozero viven del mismo modo que, durante siglos, vivieron sus antepasados. En esa pequeña comunidad, donde todos se conocen. sólo se produce lo necesario para la supervivencia. Sólo se comunican con el exterior gracias a la lancha del cartero, pero cuando alguien roba el motor de la embarcación y, además, la mujer que ama se escapa a la ciudad, el cartero emprenderá un viaje de autodescubrimiento que le ayudará a comprender que no hay nada mejor que el hogar.