Una incisiva y magnífica distopia politíca que nos sitúa en una América en plena Gran Depresión (la película se rodó cuatro años después del crack del 29) con un presidente tan inepto como déspota. Una de las obras maestras de Gregory La Cava que merece su puesto en la historia del cine. Jud Hammond (Walter Huston) es nombrado presidente de los Estados Unidos de América, en un contexto delimitado por la Gran Depresión. Hammond es un individuo de baja catadura moral: mantiene una amante, desprecia la labor de la prensa e ignora la grave situación de miles de ciudadanos que se encuentran en un estado de miseria. Para realizar su trabajo contará como ayuda de confianza con su secretario Beekman (Franchot Tone) y su ayudante Pendie Molloy (Karen Morley). Pero un accidente de coche, que le dejará en estado comatoso, será el punto de inflexión para que aparezca un nuevo Hammond.