Fantástico filme protagonizado por Ray Milland y cuya peculiaridad es que no tiene diálogos hablados. La única comunicación verbal presente en la película son dos telegramas presentados en primer plano. En contraste, cuenta con una banda sonora memorable que fue nominada a los Oscar.
Un físico nuclear está siendo vigilado por el FBI, ya que se sospecha que es un espía al servicio de la Unión Soviética.