Elmore Leonard adaptó su propia novela para el guión de "El Infierno del Whisky", sorprendente drama con grandes toques cómicos ambientado en los momentos finales de la Ley Seca: las particularidades de la vida rural, los encuentros y desencuentros entre pistoleros y criminales y un tono general festivo y despreocupado convierten la película en una pequeña joya dirigida con pulso de acero clásico por Richard Quine. En 1932, mientras se espera la abolición de la Ley Seca con la llegada al poder del presidente Roosevelt, en un pequeño pueblo de Kentucky, algunas personas se dedican a destilar whisky clandestinamente, pero el mejor y mayor productor es Son Martin (Alan Alda). El negocio de Son se va a complicar con la llegada de su amigo del ejército Frank Long (Patrick McGoohan) que ahora es agente federal, pero que está ayudando al Dr. Emmett Taulbee (Richard Widmark) a hacerse con el control del negocio del whisky ilegal.