La soledad es la eterna compañera del pastor. Esa una verdad tan antigua como el milenario árbol bajo el que éste se sienta a ver pasar las horas junto a su rebaño. Pero el estremecimiento de sus hojas con el paso del viento puede presagiar un cambio en la vida de Antonio Rojas. La llegada de Karim, un marroquí que ha conseguido traspasar el mar hasta llegar a una nueva tierra firme, aunque desconocida, puede resultar desconcertante para ambos. Mientras tanto el milenario árbol sigue allí, acariciado por el viento.