Rareza de los años 50 para completistas del género vampírico. Un hallazgo que se sustenta en grandes ideas elaboradas con poco presupuesto y la actuación de John Beal.
El doctor Matthew Campbell se ha pasado toda su vida investigando en los métodos de regresión de la mente, buscando la forma de llegar a los instintos más básicos de la naturaleza humana. Ahora, moribundo en la cama, consigue darle al doctor Paul Beecher un frasco de pastillas justo antes de morir. Después de los intentos infructuosos por salvarle la vida, el doctor Beecher regresa a casa con una terrible jaqueca. Sin embargo, en lugar de las pastillas habituales, toma por error las del doctor Campbell. Los efectos secundarios serán terribles y pondrán en peligro incluso la vida de su propia hija.