Christian Molina, tras los buenos resultados de "Diario de una ninfómana", nos demuestra con "De mayor quiero ser soldado" que se puede hablar de temas candentes de actualidad (en este caso la influencia de la televisión y los videojuegos en la creciente violencia infantil) utilizando claves genéricas imaginarias. Un filme de tensión interna al límite, construido sobre un estilo visual frío y distante que no da tregua al espectador. Todo ello marcado por unas excepcionales interpretaciones apoyadas en papeles secundarios por las presencias siempre icónicas de Robert Englund y Danny Glover.Alex, un niño de ocho años que parece sentir una fascinación morbosa por las imágenes de carácter violento, tiene serios problemas de comunicación no sólo con sus padres, sino también con sus compañeros de escuela. Su vía de escape es la invención de dos amigos imaginarios.