Mi padre salió de Benín hace ya 37 años. Sin darse cuenta, ha dejado pasar el tiempo esperando a que le llegue un golpe de suerte, gestando poco a poco un fracaso que nunca ha podido o querido admitir. Después de muchos años de silencio y olvido, decide viajar de vuelta al punto de partida, a su tierra natal en busca del reencuentro, del perdón, de la reconciliación... Con su familia y consigo mismo.