Un niño en el andén de una estación. El tren está a punto de partir. ¿Debe subir al tren con su madre o quedarse con su padre? De esa elección dependen muchas vidas posibles. Hasta que no se decida todas son posibles. Todas las vidas merecen ser vividas. A Jaco van Dormael, el éxito ni le provoca angustia ni acelera su agenda. Tras la prodigiosa Toto, el héroe, dejó pasar cinco años hasta ponerse de nuevo tras la cámara y trece más han pasado hasta Mr. Nobody. Pura filigrana de poesía fantástica, su última película prima la importancia de las pequeñas cosas y juega con el tiempo y las realidades alternativas. Y todo con una producción y reparto de autentico lujo. La vida es, sin duda, maravillosa.