Después de haber rendido un homenaje moderno y rompedor con sus previas "Amer" y "The Strange Colour of your Body Tears" al género giallo, nacido en los años 60 y 70 en Italia de la mano de Dario Argento y Mario Bava, la pareja formada por Hélène Cattet y Bruno Forzani se pasa al western fantástico con "Let the Corpses Tan", una adaptación de la novela negra del autor culto J-P. Manchette. Su argumento incluye el robo de un furgón blindado con 250 kilos de oro y el confinamiento en una granja remota de sus perpetradores que se traduce en un campo de batalla durante un día largo y muy agitado. Una joya única que huye de la gratificación obvia para instalarse en la maravillosa irregularidad del cine de culto.
Todos los veranos, Luce, una pintora excéntrica de unos 50 años, se va a su pequeño caserío aislado, en ruinas, en el sur de Francia, rodeada de invitados, así que este verano se junta con Max Bernier, un antiguo amante, escritor y alcohólico; Brisorgueil, su amante actual, abogado; y tres amigos de este que no conocía todavía: Rhino, Gros y Alex. Tras haber hecho la compra en la ciudad, estos tres últimos asaltan un furgón blindado y se hacen con 250 kilos de oro. Vuelven enseguida a casa de Luce, con la idea de esconderse allí tranquilamente hasta el final del verano, pero algunos sucesos van a obstruir sus planes y el caserío se va a convertir en un campo de batalla durante un día largo y muy agitado que vamos a seguir prácticamente minuto a minuto.