Es el primer largometraje de Nicholas Ray, considerada la obra más equiibrada de un cineasta marcado por la búsqueda del desequilibrio durante toda su carrera, un artista maldito que marcó la transición desde el Hollywood clásico hacia los nuevos cines de los años sesenta. Considerada por Victor Erice "una poesía del destino", la película ha alcanzado un estatus de culto gracias a sus intensas actuaciones, planificación original y fotografía maravillosa. Narra la historia de tres hombres que se escapan de una prisión del estado de Texas, entre ellos el joven Bowie, condenado injustamente de asesinato. Bowie no es un delincuente habitual como los otros dos, pero se suma a la huida para conseguir dinero y poder demostrar su inocencia. Los tres deciden esconderse en el garaje del hermano de uno de ellos, donde un sentimiento de amor muy intenso se despierta entre la hija de éste, Keechie, y el joven Bowie.