Uno de los últimos trabajos del Alan Ladd, cowboy de gran calado en el cine clásico, que acompañado de una bellísima Jeanne Crain firmaba este portentoso western sobre los peligros de la deforestación de la America Profunda. Jim Hadley (Alan Ladd) y su socio Monty Walker (Gilbert Roland) dirigen un grupo de hombres dedicados a la tala de árboles. El gobierno ha concedido a Jim un permiso para talar una zona boscosa junto a un pueblo dedicado a la industria ganadera. Los habitantes del pueblo creen que la tala de árboles perjudicará a sus cultivos, así que no tardarán en estallar las hostilidades entre ambos grupos.