"Palabras mágicas" es una película que evoca todos los sentidos. En uno de sus trabajos más poderosos y personales, Mercedes Moncada indaga en sus recuerdos de los eventos que ocurrieron después de la revolución sandinista en Nicaragua en 1979, cuando, en palabras de la directora, “cada uno de nosotros era la mejor versión de sí mismo”. Desafortunadamente, la brutalidad de la dictadura de Somoza fue reemplazada rápidamente por la corrupción y la demagogia de algunos líderes sandinistas, quienes traicionaron el espíritu de la revolución y los corazones de quienes creyeron en ella. Moncada entreteje sus propias memorias con material de archivo e imágenes deslumbrantes y sugerentes del paisaje que dan testimonio de su propio desencanto. Traza sorprendentes paralelos históricos con el contexto social contemporáneo, en secuencias extraordinarias de montaje e imágenes de protestas actuales, que son prácticamente idénticas. A través de esta introspección fílmica, Mercedes Moncada registra el desvanecimiento de los ideales que avivaron la lucha por la liberación y logra una reflexión catártica sobre la naturaleza cíclica de la historia. El contaminado lago de Managua se convierte en un trasfondo metafórico del estancamiento y la miseria que han permeado en el país, del podrido legado de los regímenes corruptos y del peso de las memorias acumuladas de Moncada. Es también un recordatorio del carácter monumental y eterno de la naturaleza, que contrasta con la existencia efímera del hombre.