Los tentáculos del cine, tarde o temprano, acaban llegando a los rincones más olvidados y oscuros de la Historia. Hasta mediados de los setenta, permanecieron en activo en Alemania Occidental unos internados de educación cristiana en los que prevalecían la violencia y la represión como formas de aprendizaje. Eran verdaderos santuarios del terror, reformatorios para chicos difíciles, jóvenes airados nacidos en la posguerra.Esta película nos traslada a los escenarios reales de una de esas instituciones aún en pie, concebidas como campos de trabajo y centros penitenciarios de alta seguridad, aisladas en fangosos pantanos y extensiones de llanuras, para poner en escena el descenso a los infiernos al que se ve abocado Wolfgang (encarnado con energía y magnetismo por Louis Hofmann), uno de esos adolescentes “difíciles”, despierto, confiado, de naturaleza insurgente. De la vida desprendida bajo el amor materno de una familia disfuncional a la hostilidad de la estricta educación y la tortura; de una vida de horizontes placenteros a una convivencia surcada por la tensión, la violencia y la desobediencia como acto de fe. La tragedia histórica y el drama carcelario, la historia de iniciación y el melodrama familiar, la solidaridad y la brutalidad, luz y la oscuridad entrelazados con extraordinario pulso en una producción a la altura de sus altas pretensiones.