En pleno directo, el recién creado Movimiento de Liberación de Mujeres invade el escenario e interrumpe la retransmisión afirmando que los concursos de belleza degradan a las mujeres. Así, de la noche a la mañana, el Movimiento se hace famoso... Al reanudarse el programa, la elección de la ganadora provoca un nuevo gran revuelo: no es la favorita sueca, sino Miss Grenada, la primera mujer negra en ser coronada Miss Mundo. En cuestión de horas, una audiencia global fue testigo de la expulsión del patriarcado del escenario y del derrocamiento del ideal de belleza occidental.