Una crónica sobre el afamado movimiento social "Solidaridad", cuna de personajes tan relevantes como Lech Walesa. Desde el realismo mágico y una vehemente actitud política, Kieslowski abordaba este drama ambientado en Polonia en 1982 durante la Guerra Fría.
El general Wojciech Jaruzelski, jefe supremo del partido comunista, gobierna el país bajo la ley marcial, ejerciendo una especial represión contra el ilegal sindicato obrero Solidaridad, creado en los astilleros de Gdansk.